Tod@s somos diferentes
A mis alumnos de Ciclo formativo….
¿No somos todos iguales?, a esta pregunta tendríamos que responder que sí; Todos somos iguales!!!. Pero, cuando nos fijamos en las personas que tenemos alrededor, no paramos de ver diferencias, desde las más obvias como las físicas, los comportamientos, hasta las menos perceptibles, formas de pensar, reacciones, etc.
Deben existir unas normas y unos derechos que todos debemos cumplir y poseer, con ello vamos a garantizar un estado de derecho, esto es necesario para mantener la cohesión social. El ser humano necesita del grupo en todos los sentidos, pero dentro del grupo tenemos las aportaciones particulares de cada individuo.
Algunos son hábiles, otros constantes, fuertes, etc. El conjunto de las diferentes aportaciones que cada persona puede aportar, ha permitido el desarrollo de ricas y diversas civilizaciones.
Entonces, concluimos que todos somos diferentes… Pues Sí!!. Nuestros cerebros tienen pequeñas diferencias que nos permiten sobresalir en profesiones y habilidades. Desde niños, ya sentimos predilección e inquietudes por cierto tipo de juguetes, tenemos curiosidades sobre algunas cosas y no por otras. Los adultos que nos rodean –principalmente la familia- nos muestran profesiones y habilidades, que nos aportan más conocimientos.
Todo lo que nos gusta lo aprendemos más rápidamente, le dedicamos tiempo con poco esfuerzo, nos gusta innovar y mejorar, en definitiva, nos motiva.
Dentro de la sociedad, también existen personas con problemas físicos y/o psíquicos. Estos no cumplen con los cánones de normalidad impuestos a la masa social, por ello durante mucho tiempo han sido considerados inútiles. Lejos de este descalificativo, en muchas ocasiones, cuando su entorno le da la oportunidad, descubrimos que tienen cualidades.
Debemos oír y observar a estas personas, incentivar sus puntos fuertes, desarrollar las capacidades que tienen.
Tenemos compañeros en clase que son distinto a nosotros, algunos más tranquilos, otros más inquietos. Seguro que todos pensamos que los que no actúan como nosotros nos desesperan, deseamos alejarnos de ellos. Pero nada más lejos de la realidad, nosotros que somos conscientes de estas circunstancias, debemos entender a estos compañeros/as, debemos comprender que sus peculiaridades les llevan a realizar actos impulsivos, de los cuales no son conscientes o no entienden por qué pueden estar mal. Ellos en definitiva son los primeros damnificados de sus propios actos.
Si somos capaces de relacionarnos y trabajar con ellos, descubriremos a personas con grandes sentimientos humanos, que agradecen cualquier muestra de amistad, que necesitan ayuda y que cuando menos lo esperamos, destacan de forma brillante en aspectos que no habíamos imaginado. Pero solo podremos descubrirlo si nos acercamos a ellos/as, si lo hacemos parte del grupo.
Las peculiaridades, características individuales, la diversidad de las personas que forman nuestra sociedad, es lo que nos complementa y perfecciona, nos permite conseguir lo que nosotros no sabemos hacer, decir o imaginar. En definitiva la individualidades permite desarrollar la sociedad donde vivimos.
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- Un ejemplo de como nuestros cerebros son diferentes
